Es una condición que afecta a la mayoría de las personas, sobretodo durante los años de adolescencia. El acné puede presentar una variedad de lesiones en la piel y puede ser embarazoso (especialmente si causa cicatrices permanentes). Hay muchos factores que pueden causar el acné, incluida la infección bacteriana. En algunos casos, matando las bacterias con luz LED, se puede tratar el acné.
El acné ocurre por la obstrucción de porciones de piel llamados folículos. Estos secretan una sustancia aceitosa llamada sebo, y pueden ser tapados por células muertas de la piel, pelos y bacterias. Esto hace que el sebo se acumule y cause una infección local. En algunos casos, estas lesiones pueden agravarse, generando un acné más grave.
La luz LED activa sustancias químicas conocidas como porifirinas, producida por bacterias que causan el acné. Esta activación, a su vez, destruye las bacterias y estimula la producción de colágeno, lo que reduce las cicatrices y ayuda a reparar la piel después de alguna lesión por acné.
Antes de realizar el tratamiento, se verifica que el paciente no tenga maquillaje ni bloqueador solar en la cara (esto asegura que la luz penetre en las capas medias de la piel, donde se encuentran las bacterias que causan el acné) y se tapan los ojos (para protegerlos). Cada sesión dura menos de 10 minutos y es indoloro. El paciente puede realizar sus actividades diarias inmediatamente después del tratamiento. Las sesiones se deben repetir semanalmente (se recomiendan entre 5 a 8 tratamientos).
Estudios han demostrado que: